La radiografía de tórax es un estudio seguro e indoloro en el que se utiliza una pequeña cantidad de radiación para obtener una imagen del tórax del paciente. Durante el estudio, un equipo de rayos X envía un haz de radiación a través del tórax y la imagen se registra en una película especial o en una computadora. Esta imagen incluye los órganos y las estructuras como el corazón, los pulmones, los grandes vasos sanguíneos, el diafragma, parte de las vías respiratorias, los ganglios linfáticos, la parte superior de la columna vertebral, las costillas, la clavícula y el esternón. Las radiografías de tórax se utilizan para ayudar a detectar la causa de los síntomas como la tos, la falta de aire o el dolor de pecho. Es posible detectar señales de asma, neumonía, un pulmón colapsado, problemas cardíacos (como el corazón agrandado), costillas rotas o daños en los pulmones después de una lesión. Las radiografías de tórax pueden revelar pequeños objetos metálicos (como monedas) que el paciente haya tragado. También pueden ayudar a confirmar si los conductos médicos se han colocado correctamente en los pulmones, el corazón, los vasos sanguíneos o el estómago. En general, las radiografías de tórax son muy seguras. Si bien toda exposición a la radiación representa algún riesgo para el organismo, la cantidad de radiación que se utiliza en las radiografías de tórax es pequeña y no se considera peligrosa. Es importante saber que el radiólogo utilizará la cantidad mínima de radiación necesaria para obtener los mejores resultados. Los bebés en desarrollo son más sensibles a la radiación y tienen más riesgos de sufrir daños, por lo tanto, si estás embarazada, asegúrese de informárselo al médico y al técnico radiólogo
CONCLUSION
La radiografía de tórax es un estudio seguro e indoloro en el que se utiliza una pequeña cantidad de radiación para obtener una imagen del tórax del paciente. Durante el estudio, un equipo de rayos X envía un haz de radiación a través del tórax y la imagen se registra en una película especial o en una computadora. Esta imagen incluye los órganos y las estructuras como el corazón, los pulmones, los grandes vasos sanguíneos, el diafragma, parte de las vías respiratorias, los ganglios linfáticos, la parte superior de la columna vertebral, las costillas, la clavícula y el esternón. Las radiografías de tórax se utilizan para ayudar a detectar la causa de los síntomas como la tos, la falta de aire o el dolor de pecho. Es posible detectar señales de asma, neumonía, un pulmón colapsado, problemas cardíacos (como el corazón agrandado), costillas rotas o daños en los pulmones después de una lesión. Las radiografías de tórax pueden revelar pequeños objetos metálicos (como monedas) que el paciente haya tragado. También pueden ayudar a confirmar si los conductos médicos se han colocado correctamente en los pulmones, el corazón, los vasos sanguíneos o el estómago. En general, las radiografías de tórax son muy seguras. Si bien toda exposición a la radiación representa algún riesgo para el organismo, la cantidad de radiación que se utiliza en las radiografías de tórax es pequeña y no se considera peligrosa. Es importante saber que el radiólogo utilizará la cantidad mínima de radiación necesaria para obtener los mejores resultados. Los bebés en desarrollo son más sensibles a la radiación y tienen más riesgos de sufrir daños, por lo tanto, si estás embarazada, asegúrese de informárselo al médico y al técnico radiólogo
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